Los productores de lácteos necesitan estrategias eficaces para combatir el crecimiento microbiano y la rancidez. Dependiendo del ítem en cuestión, la calidad de los productos lácteos puede deteriorarse rapidamente. Los quesos duros, por ejemplo, son susceptibles a hongos, mientras que los quesos blandos son propensos a la fermentación y rancidez. Lactobacilos, que son ampliamente utilizados en la industria láctea, también pueden convertirse en un problema, ya que transforman los productos ácidos a través de la disminución de sus valores de pH. Esto puede ser todavía más intensificado por atmósferas de embalajes inadecuados conteniendo excesivos niveles de dióxido de carbono (por ejemplo.: envases de queso tipo cottage).
Usted puede confiar en Linde para proporcionar tecnologías y aplicaciones relacionadas con su desafío lácteo en particular:
Soluciones de refrigeración criogénica/congelamiento para controlar las temperaturas de proceso de su planta
Refrigeración en tránsito para mantener la calidad del producto a través de toda la cadena de distribución
Envasado en atmósferas modificadas (MAP) para extender la vida en estantes del producto.