Varios gases, tales como el acetileno, el gas natural, el hidrógeno, el propano, el propileno y el hidrógeno pueden ser usados como combustibles para calefacción, transporte y – en combinación con el oxígeno – diferentes aplicaciones industriales. La mayoría de gases combustibles se componen completamente o en parte de combustibles de hidrógeno, monóxido de carbono, metano, etano, propano, butano y vapores de petróleo.
Las aplicaciones industriales más comunes son corte y calentamiento. Con un proceso de gas combustible para corte, una llama quema el metal hasta su punto de derretimiento y el metal es cortado con un chorro de oxígeno. Con un proceso de gas combustible para calefacción, el calor producido es usado para soltar la humedad y otras impurezas antes de la soldadura o para ablandar el metal de tal forma que se pueda cambiar su forma.
Los procesos de gas combustible tienen muchas más aplicaciones que sólo corte y calentamiento. Entre ellas están el brazing (un tipo de soldadura), uniones, recubrimiento con carbono, limpieza, endurecimiento de superficies, precalentamiento, texturado y aspersión de pulverizado. Pueden incluso ser usados para corte bajo el agua.
Cada gas combustible tiene una diferente relación de átomos de carbono/hidrógeno, lo que significa que diferentes montos de oxígeno se necesitan para quemar de manera eficiente el gas. Esta relación de combustible con oxidante afecta la temperatura en aplicaciones de corte y soldadura, así como los límites de flamabilidad y explosivos.
Nuestros expertos tienen muchas décadas de experiencia en el uso de gases combustibles para soldadura y corte. No sólo suministramos el conjunto entero de gases comprimidos en cilindros, podemos también ayudarle a optimizar la temperatura de la llama y el chorro de oxígeno, así como asesorar en las condiciones de seguridad apropiadas. Adicionalmente, ofrecemos el conjunto completo de equipos para corte y soldadura.
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